LA SOCIEDAD ARGENTINA DE AUTORES Y EL JUEZ QUESADA

(El Diario, Buenos Aires, marzo 21 de 1903)[^1]

La sociedad argentina de autores, compuesta de autores nacionales y extranjeros residentes en las repúblicas Argentina y Oriental, ha entregado al juez doctor Ernesto Quesada la siguiente carta:

Buenos Aires, 18 de marzo de 1903.

Señor doctor Ernesto Quesada:

La sociedad argentina de autores, que tengo la honra de presidir, no puede menos de felicitar respetuosa, pero ardientemente, al digno señor juez que, en una sentencia que agota la materia interesantísima y nada fácil de propiedad de obras teatrales, establece y aplica la salvadora doctrina de que «cuando un hombre ha pasado noches de insomnio para concebir y redactar una pieza de teatro y ésta logra tener éxito, es una acción incalificable venir, por medio de artimañas, á gozar de lo que aquel creó, haciendo que cualquier plumitivo confeccione pro pane lucrando un trasunto de la obra, disfrazándola apenas; no es posible dejar impunes actos semejantes y es indispensable que la ley fulmine con implacable rigor á quienes de tal guisa proceden, equiparándose á los salteadores de los caminos públicos, que arrancan á los transeúntes su dinero y se rien de sus lamentos, creyendo que no hay policía que pueda aprehenderlos».

Es indudable que estos justos principios, al hacerse carne en la jurisprudencia argentina, han de ser parte principalísima á que, por los mismos caminos de fomento literario que en la sentencia se indican, se alcance el mayor grado de mejoramiento social á que todos debemos propender.

Crea el señor doctor Quesada que los efectos de su sentencia en el caso Podestá-Anselmi, han de repercutir más allá de la esfera judicial y aun fuera de las fronteras del país. Por de pronto, al recibir tan soberano aliento para su labor, los autores se aperciben á proseguir con más empeño la ruta apenas comenzada, y á que el señor juez alude en su fallo, no cejando hasta obtener el cabal reconocimiento de sus derechos, tarea ahora relativamente fácil, ya que en sus considerandos, nutridos de ciencia, hallaremos en todo momento base firme para nuestras futuras reivindicaciones.

Dios guarde á V. S. muchos años.

JAVIER SANTERO, Presidente.

Enrique García Velloso, Secretario.

[^1] Reproducido en ''La propiedad intelectual'' de Ernesto Quesada. 1904.